Kyle (Matt Dallas) es un chico de 16 años que despierta de pronto en un bosque en las afueras de Seattle, desnudo y envuelto en una viscosa y rosa sustancia. Actúa como un recién nacido, sin poder hablar, desconociendo el mundo en el que acaba de desembarcar. Sin embargo, es especial. Por alguna desconocida razón, no posee ombligo. Además, incluso antes de conocer las cosas, se da cuenta de lo que está bien y de lo que no, posee una capacidad de aprendizaje y deducción muy por encima de lo normal, así como una gran habilidad física.
Cuando la Policía lo encuentra, lo lleva a un centro de internamiento de menores. En él trabaja Nicole Trager (Marguerite MacIntyre), una psicóloga que se da cuenta de que Kyle es especial, y decide llevárselo a su casa, para estudiarlo, para conocerlo a fondo. En su hogar, Kyle deberá aprender cómo se comporta el ser humano, cómo actúa, y deberá afrontar los problemas que se precipitan sobre él. A esto se suma un hombre que se mantiene en secreto, vigilándolo.